Universidad de Costa Rica

generic cialis

Historia de la ilustración botánica

Antigüedad y Edad Media

 

El dibujo de las plantas fue practicado desde la Antigüedad y pasó a la Edad Media como un medio de documentación farmacológica. Los herbarios eran colecciones de plantas dedicados a investigar sus propiedades medicinales, ante lo cual el registro ilustrado era necesario para identificar dichas especies en el campo abierto. Las obras de este período se limitan a una identificación básica de la planta, sin mayores preocupaciones estéticas en la factura técnica. El ejemplar más antiguo se conserva en Viena, data del siglo VI de nuestra era y se le llama Codex Vindobonensis 93.

 

Siglo XIV

 

Surgen los gabinetes de curiosidades y las colecciones naturalistas de ricos y cultos mecenas que solicitan a los dibujantes la representación de las especies de sus jardines. Con este auge, la ilustración botánica dio un paso hacia una paleta de colores más extendida, una composición más armoniosa y un detalle más preciso.

 

Siglo XVI

 

La ilustración botánica empieza a ser permeada por preocupaciones estéticas. Sobresale la obra pictórica del alemán Alberto Durero (1471-1528), quien con su Das große Rasenstück creó lo que, canónicamente, se considera la primera ilustración botánica moderna en el mundo. Esta obra cumple con criterios de exactitud en la representación de la especie, que hacen a sus plantas perfectamente identificables, así como con el cuidado estético a través de una lograda perspectiva, un uso más naturalista del color y una composición armoniosa. También sobresalen artistas como Georg Flegel (1566-1629) en Alemania, Iacopo Ligozzi (1547-1626) en la corte de los Médici en Italia y Ulisse Aldrovrandi (1522-1606) en Boloña.

 

Alberto Durero, 1503. Das große Rasenstück. Aguada y acuarela sobre papel.
Museo Albertina. Imagen de dominio público.

 

Surgió en este contexto la obra Hortus Eystettensis del médico alemán Basilius Besler (1561-1629), comisionado por el obispo Eichstatt. Hacia 1631 en Francia, el miniaturista Nicolas Robert (1614-1685) recibió el encargo de iniciar la colección de lo que posteriormente se conocería como Les Velins du Roi, de la cual muchos famosos ilustradores formarán parte en los siglos subsiguientes.

 

Basilius Besler, 1613. Plantas de chile rojo, en Hortus Eystettensis. Biblioteca Británica.

 

Siglos XVII y XVIII

 

Se da el inicio de las grandes expediciones intercontinentales desde los reinos europeos, las cuales siempre iban acompañadas de renombrados pintores y dibujantes que asistían a la labor de los científicos botánicos. Con la llegada de miles de especies herbáceas a los jardines botánicos y a las colecciones privadas del Viejo Mundo, la ilustración botánica alcanza su llamada Edad de Oro en el siglo XVIII. La botánica de Linneo (1707-1778) y su revolución taxonómica, hizo necesaria una representación más útil y precisa de las especies de plantas. Surgen así artistas como el destacado alemán Georg Dionysius Ehret (1708-1770), botánico y entomólogo, colaborador de Linneo e ilustrador de miles de láminas de flora mundial; así como el religioso y botánico francés Charles Plumier (1646-1704), con su libro Nova plantarum americanarum genera.

 

Georg Dionysius Ehret, ca. 1750. Claveles. Aguada y grafito sobre vitela.
The J. Paul Getty Museum. Getty Open Content.

 

Siglo XIX

 

La ilustración botánica se consolida como una disciplina dentro de las artes visuales, lo cual contribuyó a la emergencia de numerosos artistas y a la curiosidad de un público cada vez más cuantioso. Franz Bauer (1758-1840) realizó numerosas ilustraciones en los Jardines Reales de Kew, Londres y su hermano Ferdinand Lucas (1770-1826) quien se dedicó a expediciones en las cuales representó miles de plantas. También sobresalieron Pierre Joseph Redouté (1759-1840) en París, popularmente conocido como “el Rafael de las flores”, quien con su técnica en acuarela ha influenciado a muchos artistas botánicos hasta hoy en día.; y el inglés John Lindley (1779-1865), quien junto a Sarah Drake (1803-1857), publicó libros ilustrados como el Sertum Orchidaceum.

 

Siglos XX y XXI

 

El auge de la fotografía afectó agudamente el interés por la ilustración botánica. No obstante, una cierta rebeldía en ciertos sectores del arte contemporáneo, ha permitido un resurgimiento de este tipo de ilustración y, con ello, se ha renovado un interés genuino en numerosos artistas de todo el mundo, así como asociaciones, coleccionistas y galerías que promueven la importancia del formato pictórico en la representación vegetal del planeta.